Esta locución se usa en España para calificar algo o alguien como "bello, muy provechoso, de cualidades sobresalientes". El origen está en unas frutas acarameladas que se encontraban en las confiterías hacia fines del siglo XIX, de las cuales la pequeña pera cubierta con azúcar era la más vistosa y más solicitada, por lo que inspiró la comparación. Ver perórtico.
Usado así en España
"Mi hija Rafaela fue siempre tan suave por la figura, los modales, las aficiones, y al propio tiempo tan melosa y atractiva en su manera de hablar, que unas vecinas nuestras dieron en llamarla Perita en Dulce. (Benito Pérez Galdós)"